Thursday, June 19, 2008

MI PRIMER CONTACTO


Mi primer contacto contigo, abuelo, ocurrió cuando yo tenía cinco años. Mi papá me hizo aprender de memoria tu poesía El barco viejo para que se la recitara a mi madre en el día de su cumpleaños. Fue entonces cuando empecé a comprender lo que era eso de ponerle alma a las palabras.

Tus poemas poblaron de sueños mi niñez, mientras no me cansaba de mirar una y otra vez tus fotografías. Fuiste el héroe de mi adolescencia y has sido el hermano errante de mi madurez. Presente, a lo largo de toda mi vida, con demasiada fuerza y extraña realidad.

Mireya

Saturday, October 20, 2007

¿RECUERDAS?

¿Recuerdas? Una linda mañana de verano.
La playa sola. Un vuelo de alas grandes y lerdas.

Sol y viento. Florida la mar azul. ¿Recuerdas?

Mi mano suavemente oprimía tu mano.


Después, a un tiempo mismo, nuestras lentas miradas

posáronse en la sombra de un barco que surgía

sobre el cansado límite de la azul lejanía

recortando en el cielo sus velas desplegadas.


Cierro ahora los ojos, la realidad se aleja,

y la visión de aquella mañana luminosa

en el cristal oscuro de mi alma se refleja.


Veo la playa, el mar, el velero lejano,

y es tan viva, tan viva la ilusión prodigiosa,

que a tientas, como un ciego, vuelvo a buscar tu mano.

Wednesday, October 03, 2007

APAISEMENT


Tus ojos y mis ojos se contemplan

en la quietud crepuscular.

Nos bebemos el alma lentamente

y se nos duerme el desear.


Como dos niños que jamás supieron

de los ardores del amor,

en la paz de la tarde nos miramos

con novedad de corazón.


Violeta, era el color de la montaña.

Ahora azul, azul está.

Era un soledad el cielo. Ahora

por él la luna de oro va.


Me sabes tuyo, te recuerdo mía.

Somos el hombre y la mujer.

Conscientes de ser nuestros, nos miramos

en el sereno atardecer.


Son del color del agua tus pupilas:

del color del agua del mar.

Desnuda, en ella se sumerge mi alma

con sed de amor y eternidad.

Thursday, August 02, 2007

NADIE VE, NI TÚ MISMA



Como el rayo de sol que envuelve al árbol

y que hace florecer todas sus ramas;

como la onda de agua cristalina

que da al rugoso tronco fresca savia,

así en redor de mí, como un divino

efluvio que hace florecer mi alma,

así como la onda cristalina,

dándome un vigor nuevo estás, mi amada.


Como la flor su aroma, como el rayo

de sol su aura ardiente, como el agua

su frescura vital, así te llevo

conmigo, así de mí nunca te apartas.

Ante mi vista erguida te hallo siempre,

siempre estás al final de mis miradas:

te ven mis ojos cuando estoy despierto

y si dormido estoy te ve mi alma.


Aunque nunca se unieron nuestras bocas

y nunca nuestros brazos en guirnalda

de amor entrelazáronse mis labios

están sobre tu boca perfumada

continuamente. Nadie, ni tú misma,

nadie ve con qué dulce, con qué blanda

suavidad van mis labios oprimiendo

tu boca tan pequeña y tan amada...


Nadie ve, nadie ve cómo rodean

mis brazos tu cintura delicada;

cómo mi cuerpo roza el cuerpo tuyo,

cómo te estrecho a mí, cómo te palpan

mis manos temblorosas.


Nadie advierte

cómo, ávido de ti, caigo a tus plantas!

Nadie ve, ni tú misma, que te adoro

con toda la ternura de mi alma...

Wednesday, May 09, 2007

A LA BANDERA


Enseña noble y sagrada
que traes a la memoria
tanto recuerdo de gloria
tanta grandeza pasada:
cuando en ti nuestra mirada
se fija, despierta y crece
nuestro valor y parece
que una racha de heroísmo
bajada del cielo mismo
nuestras almas estremece.


Tu triple color entraña
para el patriótico anhelo
la azul pureza del cielo,
la nieve de la montaña
y la sangre en que se baña
nuestra historia: esos torrentes
de sangre, que los valientes
de otras edades vertieron
cuando la lucha emprendieron
que nos hizo independientes.


Y allí, en tu azul firmamento
derramando su luz franca
sobre la montaña blanca
y sobre el campo sangriento
gloriosa en su aislamiento
siempre pura y siempre bella,
está la querida estrella
que solitaria quedó
porque en su altivez no halló
ningún astro digno de ella.


Símbolo augusto que encierra
el alma de una nación
victorioso pabellón
que tras legendarias guerras,
llevaste a extranjeras tierras
nuestra fama secular...
cuando al viento haces flamear
tus rigurosos colores
entre vivos resplandores
se ve a los héroes pasar.


Tú representas aquello
que con fervor adoramos,
y cuando te contemplamos
desplegándole al destello
del sol, el cuadro más bello
surge ante nuestra mirada,
pues vemos en ti encarnadas
las ambiciones más puras
las más intensas ternuras
y las cosas más amadas.


Pero hay voz que te convierte,
bandera de libertad,
en un signo de crueldad,
en un emblema de muerte...
¡no supo, no comprenderte
ve en ti símbolo de horror!
Tú eres la patria y también
eres el amor, pues quien
dice patria dice amor.


Y ese amor, noble bandera
lo encarnas tú, y es por eso
que cuando flotas al beso
de la brisa pasajera
que en aromas de pradera
te envuelve, el chileno olvida
por ti a la mujer querida
y a la madre venerada,
y puesta en ti la mirada
¡jura por ti dar la vida!

Tuesday, April 17, 2007

ADORACION

Tus manos presurosas se afanaron y luego,

como un montón de sombra, cayó el traje a tus pies,

y confiadamente, con divino sosiego,

surgió ante mí tu virgen y suave desnudez.


Tu cuerpo fino, elástico, su esbelta gracia erguía.

Eras en la penumbra como una claridad.

En un cándido velo, que toda te envolvía,

la inefable dulzura de tu serenidad.


Con el alma en los ojos te contemplé extasiado.

Fui a pronunciar tu nombre y me quedé sin voz...

Y por mi ser entero pasó un temblor sagrado

como si en ti, desnuda, se me mostrara Dios.

Wednesday, February 28, 2007

AMOR


Amor que vida pones en la muerte
como una milagrosa primavera:

ido ya te creí, porque en la espera,

amor, desesperaba de tenerte.


Era el sueño tan largo y tan inerte,

que si con vigor tanto no sintiera

tu renacer, dudara y te creyera,

amor, sólo un engaño de la suerte.


Mas, te conozco amor, y tan sabido

mi corazón te tiene, que, dolido,

sonríe y quiere huirte y no halla el modo.


Amor que tornas, entra. Te aguardaba

Temía tu regreso y lo deseaba.

Toma, no pidas, porque tuyo es todo.