Saturday, October 07, 2006

A MI HIJA




Hija mía, hija mía, me turba tu mirar,

Porque sé que algún día tú me habrás de juzgar.


Tú, frágil mujercita, que con la vida juegas

y que porque la ignoras a mi querer te apegas.


Día habrá de venir en que tu alma despierte

y aborrezcas la vida y llames a la muerte.


Desesperadamente llorarás, criatura,

y al nombrarme, tus labios temblarán de amargura.


Sin bondad, sin ternura, en un grito de horror,

dirás: “¿Por qué la vida me fue dada? ¡Oh dolor!”


Y en ti ninguna voz se alzará en mi defensa.

¡No puede haber perdón para mi culpa inmensa!


Tu piedad será sobre tu ira, solamente

como una gota de agua sobre un hierro candente.


Tú me habrás de juzgar, criatura querida.

Implacable dirás: “¿Por qué me dio la vida?”


Y llegarás con santo desprecio a comprender

que la vida se da por placer... por placer.

3 Comments:

At 8:21 AM, Anonymous Anonymous said...

Nadie nos preguntó si queríamos nacer y tampoco si queremos vivir.
Cuánta verdad hay en estos versos de Magallanes Moure

 
At 10:07 AM, Anonymous Anonymous said...

Me impresionó mucho este poema porque no se parece a ningún otro.
¿Qué edad tenía su hija cuando lo escribió? Le agradecería ese dato.
Matilde

 
At 11:31 AM, Blogger Mireya said...

Este poema pertenece al libro "La casa junto al mar", publicado en 1918. Su hija Mireya (mi madre) tenía trece años.

 

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