EL BARCO VIEJO
Allá en aquel paraje solitario del puerto
se mece el viejo barco a compás de las ondas
que tejen y destejen sus armiñadas blondas
en derredor del casco roñoso y entreabierto.
De la averiada proa cuelga un cable cubierto
de líquenes que ondulan cuando pasan las rondas
de los peces, clavando sus pupilas redondas
en el barco que flota como un cetáceo muerto.
Y el barco que fue un barco de los que van a Europa
y que era todo un barco de la proa a la popa,
ahora que está inválido y hecho un sucio pontón.
Sus amarras sacude, y rechina, y se queja
cuando ve que otro barco mar adentro se aleja
mecido por las olas en blanda oscilación.
5 Comments:
Una cantidad de recuerdos viene a mi mente al leer estos versos. Como en el pedir no hay engaño ¿serías tan amable de poner aquí una que, si mal no recuerdo, se llama Mi hija?
Claro, Francisco. Con muchísimo gusto voy a buscar el poema que me pides. Se llama A mi hija.
Gracias por tu comentario.
Viajé nuevamente en este barco viejo y fue muy grato abordarlo y recordar mis viajes a Europa. Me gusta mucho la poesía de tu abuelo
Magallanes Moure fue uno de los primeros poetas que escribió sobre el mar, los puertos y las playas.
El Barco Viejo fue la primera poesía que aprendí
Gracias Mireya Redondo por regalarnos este blog
Mireya: escuché el programa Recortes de Patricio Bañados en radio Beethoven y posteriormente leí su libro “De mis días tristes”
Felicitaciones y cuánta emoción!!
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